Santa Eulàlia d'Erill la Vall

En Santa Eulàlia encontramos uno de los mejores campanarios del valle, una esbelta torre de planta cuadrada y seis pisos de altura con la decoración propia del románico lombardo: los arquillos ciegos y los frisos de diente de sierra. Alineado con el de Sant Joan de Boí y el de Sant Climent de Taüll, el campanario cumplía la función de comunicación y vigilancia del territorio. En el interior de la iglesia podemos ver una copia del grupo escultórico del Descendimiento de la Cruz, el único que se conserva completo del taller de Erill. Los originales se encuentran repartidos entre dos museos: el Museu Nacional d’Art de Catalunya y el Museu Episcopal de Vic.

Cronología

s.XI Primer moment constructiu. s. XII Ampliación de la nave y construcción del campanario y porche. Caiguda accidental de la volta i façana i reconstrucció. Anys 60 Restauració del campanar. 1994-1997 Excavacions arqueològiques i restauració.

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Historia

Las primeras noticias referentes a la villa de Erill la Vall son del 1064, momento en el que los Condes del Pallars Sobirà vendieron el pueblo y sus tierras a los Condes del Pallars Jussà, posesiones entre las que se encontraba la iglesia de Santa Eulàlia.

El topónimo Erill guarda relación con la familia feudal de los Erill. Estos eran originarios de Erillcastell, un pueblo actualmente deshabitado que pertenece al término municipal del Pont de Suert.

Las formas de la arquitectura

La estructura que hoy podemos ver de la iglesia de Erill la Vall es el resultado de diferentes fases de construcción.

Actualmente, se presenta en forma de una sola nave muy alargada que culmina con tres ábsides semicirculares en forma de trébol. La cubierta del templo es a doble vertiente y con un envigado de madera que se apoya sobre los muros de la nave.

El proceso de edificación de la iglesia de Santa Eulàlia de Erill la Vall es muy complejo. Los estudios arqueológicos y de restauración han permitido desvelar los elementos arquitectónicos de diferentes períodos. Así pues, se sabe que la iglesia de Santa Eulàlia es el resultado de cuatro fases constructivas realizadas entre los siglos XI y XII.

Fase 1. La iglesia del siglo XI era de una única nave, más pequeña que la actual, y estaba cubierta con un envigado de madera. Al templo se accedía por una puerta situada en el muro oeste.

Fase 2. Tiempo después se amplió la nave consiguiendo un espacio más alargado. La puerta de acceso al templo se construyó en el muro norte. También es de esta fase la pila bautismal.

Fase 3. En esta fase, se modifica la cubierta de la nave con una bóveda de cañón, en forma de semicírculo, que implicó la construcción de cinco arcos sobre pilares para poder aguantar el peso del techo.

Fase 4. Durante la última fase de construcción, se elevó el campanario y se edificó el pórtico en la fachada norte de la iglesia.

La bóveda de cañón románica que originalmente cubría la iglesia se hundió en un momento indeterminado. Al caer la bóveda, se vieron afectados el muro sur y una parte de la fachada de poniente.

Un vistazo al exterior

El campanario de la iglesia de Sant Eulàlia de Erill la Vall es visible desde todos los rincones del pueblo, desde los pueblos vecinos y desde otros lugares del valle. Es una torre esbelta de base cuadrada con seis niveles de altura. Sigue el modelo del resto de campanarios del valle, como por ejemplo el de Taüll, aunque en Santa Eulàlia la técnica utilizada es más depurada.

En el primer piso del campanario vemos una ventana simple de arco de medio punto abierta en la cara norte; el resto de los niveles comparten la misma disposición: ventanas dobles o geminadas en las cuatro caras de la torre. Los pisos están delimitados por un conjunto de arquillos ciegos, sobre los cuales hay una decoración con cenefas de dientes de sierra; flanqueando las ventanas, hay dos franjas verticales, una a cada lado, denominadas lesenas angulares.

Desde el punto de vista religioso, la torre era el elemento arquitectónico que, simbólicamente, se elevaba hacia el cielo. Pero la función social era también fundamental: eran elementos de vigilancia y comunicación.

En la Edad Media, desde la torre de Santa Eulàlia, se veían los campanarios de Sant Joan de Boí y Sant Climent de Taüll. Las tres torres están alineadas para facilitar la comunicación entre los tres pueblos.

El porche

La entrada y salida de la iglesia siempre ha sido un punto importante de reunión de la población, por eso una de las funciones del pórtico era la de proteger de las inclemencias meteorológicas el acceso a la iglesia. Pero este elemento también tenía otra función de tipo simbólico: era el espacio de transición entre la vida cotidiana y la entrada a la casa de Dios.

Es en la puerta, en la parte del intradós del arco de medio punto, que aún se conservan restos de pintura mural de color rojo. En el interior del arco también se puede ver la decoración de la forma de una serpiente incisa en el mortero.

El cerrojo medieval

En la puerta de entrada al templo se puede ver un cerrojo de forja medieval similar a la de otras iglesias del valle. Si nos fijamos en la punta del pasador podemos ver un rostro geometrizado.

Un vistazo al interior

Las tallas del Descendimiento de la Cruz

En el interior de la iglesia de Santa Eulàlia es posible ver una reproducción del conjunto del Descendimiento de la Cruz. El original se conserva actualmente en dos museos: en el Museu Episcopal de Vic y en el Museu Nacional d’Art de Catalunya. Este Descendimiento es el único que se conserva completo de todos los que se conocen del taller de Erill.

El Descendimiento de Erill la Vall es un conjunto de siete tallas románicas del siglo XII, hechas con madera de álamo, excepto la figura de Cristo hecha de nogal.

De izquierda a derecha las figuras son: Dimas (el buen ladrón), la Virgen María, José de Arimatea, Cristo, Nicodemo, San Joan, Gestas (el mal ladrón).

Originalmente, estarían todas pintadas, todavía se pueden ver, en las tallas originales, restos de policromía en el brazo izquierdo de Cristo y en la túnica de San Juan.

En estas tallas de madera, destaca el tratamiento de la indumentaria, que se adapta a la anatomía de las figuras: San Juan y María llevan túnicas hasta los pies y manto por encima. José de Arimatea y Nicodemo visten faldas hasta las rodillas, ajustadas a la cintura con un cinturón y, los ladrones Dimas y Gestas visten calzas cortas bien ceñidas al cuerpo.

El conjunto escultórico del Descendimiento, aunque es románico, presenta algunas características que nos muestran que estamos entrando en el estilo gótico: la figura principal no es un Cristo en majestad, triunfante, típico del románico, sino el Cristo que ha muerto por la humanidad, más cercano a los fieles.

Arquitectura

A ambos lados de la nave se conservan las bases de unas semicolumnas, elementos de apoyo de la bóveda de cañón que se añadió a la iglesia en el siglo XII para sustituir la cubierta original de madera.

El espacio absidal fue modificado a principios del siglo XX con la construcción de una sacristía. En la restauración de los años 1990 se rehizo el ábside para devolver a la iglesia la planta que tenía originalmente.

Pila románica

En el interior de la iglesia hay una pila bautismal románica que presenta la peculiaridad de ser la única que se conserva en Cataluña hecha de obra, con diferentes sillares de piedra, ya que la mayoría de ellas son de una sola pieza.

Decoración románica

Si nos fijamos en el muro norte de la iglesia, podemos ver que todavía se conservan fragmentos de decoración románica hechos de líneas de cal que representan los sillares de la piedra por encima del mortero. Esta decoración se denomina encintado y permite tener una decoración geometrizada y regular del interior. En una de las bases de las columnas a los pies de la nave, las líneas de los sillares están pintadas de color rojo.

Santa Eulàlia, siglo XVIII

En un lateral del ábside se conserva la imagen original de Santa Eulàlia del siglo XVIII. Las restauraciones de finales del siglo XX vuelven a recuperar los colores originales que estaban escondidos bajo repintados posteriores. La escultura presenta las formas características del barroco, con la abundancia de pliegues y volúmenes en la ropa que da movimiento a la figura.

Retablos góticos y barrocos

A los pies de la nave se sitúa el coro de la iglesia, un añadido posterior, donde actualmente se exponen diferentes bienes muebles que nos muestran la evolución del mobiliario litúrgico.

  • Retablo probablemente dedicado a San Miguel, finales del siglo XVI
  • Retablo dedicado a la Virgen del Rosario, siglo XVII
  • Retablo inacabado, siglo XVIII
  • Monumento de Semana Santa, siglo XVIII

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